lunes, 19 de diciembre de 2011

LA IDEA DE BIEN EN EL PENSAMENTO CRISTIANO

LA IDEA DE BIEN EN EL PENSAMENTO CRISTIANO


Los primeros pensadores cristianos tuvieron que desarrollar una teología y buscaron en la filosofía griega teorías que pudieran ayudarles a situar a Dios en el centro de la creación. En la filosofía platónica en general y en concreto en su concepción de la Idea de Bien encontraron una buena inspiración para su obra. Las funciones que le da Platón a la Idea de Bien se las atribuirán a Dios los primeros filósofos cristianos como San Agustín.

En Platón la Idea de Bien desempeña varias funciones. La primera función es ontológica. La Idea de Bien es causa del ser, de la perfección y de la existencia no sólo de las demás Ideas sino también de las cosas sensibles. También para San Agustín Dios es la causa del cielo y de la tierra, es decir de todo lo que existe en el universo.

La segunda función que le da Platón es la epistemológica. La Idea de Bien es la última en ser conocida y además es causa de la inteligibilidad de las restantes ideas. De la misma manera, para los filósofos cristianos Dios es la última verdad que se puede conocer, además el resto de las verdades procede de Dios, y es él quien nos ilumina para conocerlas.

La tercera función de la Idea de Bien es ética y política. Platón dice que la idea del bien es también el fundamento de la ética y de la política porque solo quien conoce la Idea de Bien puede obrar de manera buena y justa, y por eso desarrolla Platón la teoría del filósofo gobernante. Los pensadores cristianos como San Agustín también consideran que Dios es el Sumo Bien y que sólo quien obre de acuerdo con su voluntad será una buena persona o un buen gobernante.

Platón también dice que la Idea de Bien es la causa final, es decir, el modelo último al que tienden o aspiran a semejarse todas las realidades, y también la causa del orden que vemos en el mundo sensible. De la misma manera, los pensadores cristianos dicen que Dios ha ordenado este mundo y le ha dado sentido, por eso la perfección y la belleza que vemos en la creación procede de Él.


Por último, de la misma manera que para Platón el conocimiento de la Idea del Bien es una experiencia que no se puede comunicar ni se puede expresar con palabras porque es inefable, para los filósofos cristianos Dios es inefable, se le conoce mejor ignorándolo.

En resumen, que las reflexiones de Platón sobre la Idea de Bien sirven de base a la filosofía cristiana para justificar filosóficamente que Dios sea una realidad trascendente, incognoscible, principio y fuente de todos los seres, de toda la Verdad y toda la Bondad que hay en el mundo.

LAS MUJERES EN EL PENSAMIENTO PLATÓNICO

LAS MUJERES EN EL PENSAMIENTO PLATÓNICO

En Grecia, en la época de Platón y Aristóteles, ser mujer no era una cosa deseable en el sentido de que las mujeres tenían prácticamente la misma consideración social que los esclavos. Esto suponía que no podían participar en los asuntos políticos, es decir, no eran ciudadanas, y por supuesto no podían tener ningún derecho civil. Esto supone que las mujeres quedaban recluidas al trabajo domestico, y al cuidado de los niños, cuando eran jóvenes, y de las personas mayores. Si alguna mujer llegaba alguna vez a tener influencia en los asuntos públicos de la polis era a través de los hombres, como fue en el caso de Aspasia, cortesana y compañera de Pericles, que al parecer aconsejaba al gobernante ateniense sobre algunas decisiones políticas. Sin embargo, de manera oficial, Aspasia no tenía ni siquiera la posibilidad de votar en la Asamblea.


A pesar de esta realidad social, Platón, en su obra La Republica, afirma que no hay ninguna ocupación en un estado que sea exclusiva de los hombres y que por consiguiente las mujeres tiene derecho a ejercitarse en cualquiera de las tareas del Estado, incluyendo la del gobierno. Aunque las mujeres, según él, puedan ser más débiles en el ejercicio físico de alguna tarea, no por ello se les prohíbe el acceso a las clases sociales de los guardianes o de los gobernantes, siempre y cuando cumplan con los requisitos indispensables para el ejercicio de estas responsabilidades, requisitos que los mismos que se les exigiría a los hombres.  Lo mismo que hay hombres que son aptos para la guerra y otros que no serían capaces de matar ni a una mosca, habrá mujeres aptas para la guerra  y otras aptas para la producción. Esto se debe a una división natural de las personas, pero no a una división entre sexos. Entonces si Platón afirma que los si un hombre y una mujer tienen la misma naturaleza de alma, la mujer tendrá la misma capacidad que un hombre para ocupar una cargo en el estado.

       Este planteamiento de Platón es una novedad ya que en Grecia las no jugaban un papel político importante. Es la primera vez que una persona coloca a las mujeres y los hombres en la misma categoría. Así que según Plantón, como dice en su libro La República (V 455b-456): “no hay ninguna ocupación entre las concernientes al gobierno del Estado que sea de la mujer por ser mujer ni del hombre en tanto hombre”.